Que difícil sería querer a alguien y ser correspondido, podría decirse que no es difícil, pero que ese alguien desapareciera sin motivo aparente y, peor aún, sin que él mismo supiera cuando va a desaparecer. Ésta situación es la que plantea la película.
Siguiendo un tanto el estilo de películas de enfermedades genéticas congénitas, como Jumper o El Curioso Caso de Benjamin Button, La Esposa del Viajero en el Tempo nos presenta el “cronodesplazamiento” una enfermedad que hace dar saltos en el tiempo, tanto al pasado como al futuro indiscriminadamente, sin saber a donde y cuando va a llegar, después de haber viajado y sin conocer tampoco el tiempo que durará cada viaje, siempre vuelve al presente.
Mientras la vida de las demás personas transcurre lineal, el viajero ha ido creciendo y haciéndose viejo entre su pasado, presente y futuro, pero con una constante, cada vez que viaja hace todo lo posible por encontrar a su amada, para estar con ella sin que importe el tiempo.
Un amor donde tampoco importa que ella sea una niña y el un adulto, un amor donde verdaderamente la edad no importa.
A todo esto solo me queda hacer una pregunta: ¿Qué pasaría si surge un embarazo entre el viajero y su enamorada?
No sé, que tan cursi o interesante suena lo de arriba, pero te invito a que la veas, y te des cuenta que no solo existen las peliculas de sagas adolescentes (